jueves, 19 de enero de 2017

SALMÓN MARINADO



El salmón marinado hecho en casa es una receta sin complicaciones, no hay que ser ningún experto, sólo seguir unas sencillas pautas previas:
1- Adquirir medio salmón de la parte de atrás (cola), porque apenas tiene espinas y es más fácil de cortar en láminas finas, aunque sea una pieza menos carnosa.
2- Pedir que nos saquen la espina central y nos separen el salmón en dos lomos enteros (sin trocear)
3- Retirar con la ayuda de unas pinzas las espinas, ayudándonos para localizarlas con la ayuda de los dedos, presionando ligeramente el salmón.Son fáciles de localizar.
4- Congelar el salmón al menos 48 horas por el tema del anisakis. No queremos correr riesgos.
5- Pasarlo del congelador al frigorífico la noche anterior a su preparación del marinado.
Vamos a ello!!!

Ingredientes:
Medio salmón de la parte de la cola
Azúcar
Sal
Eneldo fresco o seco


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Mezclar la misma cantidad de azúcar y sal en un bol (una taza de café de cada) y añadir 2 cucharadas de eneldo seco o unas ramas de fresco.
Poner los lomos boca arriba, con la piel del salmón tocando la mesa de trabajo o el banco de cocina.
Sobre uno de los lomos cubrir con la mezcla anterior toda la parte carnosa rosa del salmón y tapar con el otro lomo (como si fuese un bocadillo), dejando la piel en la parte exterior de ambos lomos.
Envolver el conjunto con film transparente bien apretado, pero dejando los laterales un poco abiertos para facilitar que escurra el líquido que va a soltar al deshidratarse el salmón.
Poner el pescado en el interior de una fuente honda y encima de él  poner peso, unos cuatro kilos (sirven unos discos de pesas para hacer ejercicio, bricks de leche...) Se trata de que el salmón esté lo más presionado posible.
Dejar en el interior del frigorífico durante 24 horas. Escurrir el líquido que ha soltado. Dar la vuelta al salmón. Volver a colocar el peso encima y dejar otras 24 horas en el frigorífico.
Transcurridos los dos días, retirar el film transparente y lavar el salmón bajo el grifo de agua fría hasta que quede limpio de restos de la marinada.
Secar muy bien con papel de cocina y laminar fino con un cuchillo afilado.


Nota: Las láminas ya cortadas las podemos conservar en el interior de un tupper, regadas con aceite de oliva virgen extra en el frigorífico.

Bon appétit!!!




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